Retrato de Ramón López Velarde: sus libros
El 15 de junio de 2022 se celebrará el 134 aniversario del natalicio del escritor zacatecano Ramón López Velarde. Sin embargo, es la conmemoración del 19 de junio de 2021 la que acaparó la atención sobre la vida y obra del poeta, ya que ese día cumplió cien años de su tránsito a la posteridad.[1]
[1] Los editores de Crisol Acatlán solicitan sean disculpados ya que no publicaron a tiempo este texto que fue escrito desde el año pasado justo antes del aniversario luctuoso del poeta.
López Velarde fue un poeta que dejó una obra breve pero intensa -consta sólo de tres poemarios: La sangre devota (1916), Zozobra (1919) y El son del corazón (1932); algunos libros de prosa: El minutero (1923) y El don de febrero y otras prosas (1952); así como otros de crítica literaria y prosa política- en donde está dibujada con versos la patria mexicana en uno de los episodios señeros de su historia: la revolución mexicana.
En sus poemas podemos encontrar tradiciones, paisajes y personajes de la ciudad y la provincia. Asimismo, en el conjunto de su obra cruzan de manera venturosa lo sacro y lo profano, la vida y la muerte, la vida en gran ciudad como un símbolo de la perdición frente a la vida bucólica y pura de la provincia y también el amor a la mujer, sin importar si representa el sentimiento romántico, erótico o el amor a la patria.
Este breve e insuficiente resumen sobre algunas coordenadas de su obra, es motivo para recomendar algunas lecturas que pueden hacerse para visitar o revisitar la patria diamantina de los versos de López Velarde. Algunas de esas lecturas las hice como cuando se visita por primera vez un páramo y se recogen flores y pétalos, otras como cuando se está en la casa de las tías respondiendo mecánicamente un rosario para difuntos y otras más con la atención que un cazador pone a la presa, solo que la única arma que tenía en la mano era un lápiz.
Inicio recomendando antologías de su poesía. Algunos de estos libros se pueden encontrar en librerías de nuevo, como el caso de la célebre antología: El león y la virgen, realizada por el gran poeta mexicano Xavier Villaurrutia y editada por la UNAM.
Respecto a los libros en librerías de viejo, recomiendo algunos: La suave Patria y otros poemas, de la colección Letras Mexicanas del Fondo de Cultura Económica (FCE); La suave Patria y otros poemas, con prólogo de Octavio Paz, colección popular del FCE o Poemas escogidos de Ramón López Velarde realizada por Hugo Gutiérrez Vega y editada por Juan Pablos. En estas librerías, sin duda habrá muchas opciones más, sin embargo, propongo otra que contiene un perfil biográfico sobre López Velarde, me refiero a Poesías completas, El minutero y Don de febrero, con prólogo de Margarita Villaseñor y editada por Promexa en 1979.
Respecto a los libros de obra completa del poeta, así como para las y los lectores de emociones fuertes y para quienes desean entrar de un golpe a la catedral de la obra del poeta, les recomiendo Obras de Ramón López Velarde, edición de José Luis Martínez, editada por el FCE. Este tomo se puede encontrar en librerías de viejo, de nuevo o en formato digital.
Respecto a este formato, se puede visitar la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y encontrar alguno de los poemarios y libros de Ramón López Velarde, como: La sangre devota, Zozobra, El son del corazón y El minutero, los cuales se encuentran con el texto de sus primeras ediciones.
Por lo que hace a los estudios sobre la obra velardeana, pienso en “Ramón López Velarde: Dogma recíproco del corazón” del libro Escribir por ejemplo de Carlos Monsiváis, editado por el FCE en 2008. Un libro muy importante sobre la obra es La lumbre inmóvil. Ramón López Velarde de José Emilio Pacheco, editado por Era y la Secretaría de Cultura en 2018, en el cual encontramos textos breves de carácter divulgativo llenos de erudición y explicaciones sobre artistas y obsesiones creativas del poeta.
Sin duda, estos libros son una pequeña parte del universo escrito y descrito sobre López Velarde. Son libros que me guiaron y ello no representa que sean obligatorios o que sean igual de significativos para otra persona. Los libros nos llaman y estos me hablaron, los leí y me dejaron tan contento con la poesía de López Velarde, que dan ganas que más gente la lea.
En su centenario luctuoso, el mejor homenaje es leer y releer a López Velarde. Festejemos al poeta.
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