Los Nobel, la IA y mis epitafios
I
A las 13 horas del miércoles 4 de Mayo de 1956, mis pulmones por primera vez sintieron la expansión que el aire produce en ellos al momento de respirar provocando que emitiera mi primer grito de vida, y lo hice muy cerca de la Basílica de Guadalupe en el norte de la Ciudad de México, en el antiguo Distrito Federal, y ese año, por cierto, el escritor Juan Ramón Jiménez se hizo merecedor del Premio Nobel de Literatura, por, según manifestó la Academia Sueca que los otorga, “su poesía lírica, que en idioma español constituye un ejemplo de elevado espíritu y pureza artística”.
Juan Ramón Jiménez
Reconozco que desde el momento en que aprendí a leer, me he esforzado en conocer tanto la obra de este escritor nacido el 23 de diciembre de 1881 en Moguer, España, y fallecido el 29 de mayo de 1958 en San Juan, Puerto Rico, como de otros muchos más, en especial los que escriben en español, y de estos, a partir de ese lejano año y hasta el que está en curso, han sido otros siete escritores de esa lengua quienes también se han visto galardonados con dicho premio: Miguel Ángel Asturias en 1967; Pablo Neruda en 1971; Vicente Aleixandre en 1977; Gabriel García Márquez en 1982; Camilo José Cela en 1989; Octavio Paz en 1990; y Mario Vargas Llosa en 2010.
Pero antes de ese año, ya lo habían obtenido otros tres escritores en lengua española: José Echegaray en 1904; Jacinto Benavente en 1922; y Gabriela Mistral en 1945.
II
A finales de 2022, la empresa OpenAI, fundada en 2016 en San Francisco, California, USA, dio a conocer el ChatGPT que es un modelo de lenguaje de Inteligencia Artificial que según sus promotores tiene la capacidad de responder a casi todo lo que se le pregunte, y aunque algunos especialistas y usuarios recurrentes le han encontrado limitantes (recuerdo que el diseñador gráfico José Román Cerón, en su muro de Facebook se quejó porque no pudo tener con esta herramienta un juego verbal de albures, lo que le provocó que dijera que este chat de Inteligencia Artificial, sí era “artificial”, pero no “inteligencia”), la realidad es que en abril de 2023, a unos pocos meses de haber sido puesto a disposición del público, está causando sensación y ha sido utilizado para uso profesional, diversión o, como es mi caso, por curiosidad.
https://openai.com/blog/chatgpt
III
Uno de los temas en los que he estado inmerso durante los más recientes años, es el sentido cultural y sociológico de la Muerte, con todas las aristas que esto conlleva, entre las que se encuentra el lenguaje de la inmortalidad, representado entre otros aspectos por los epitafios, en el tenor de que, según su definición etimológica, proviene de la expresión latina “epitaphium” que a su vez está compuesto por dos veces griegas: “epi” (sobre), y “thapos” (tumba), lo que en términos prácticos significa que son las expresiones que se inscriben en las tumbas o nichos, mismas que casi siempre tienen el propósito de honrar al difunto.
Pero más allá de la historia de los epitafios y de sus usos culturales, sociales, políticos y religiosos, así como de sus interpretaciones sociológicas, antropológicas, filosóficas, psicoanalíticas, culturales, literarias y religiosas, he de decir que me ganó la curiosidad y combiné mi gusto por la lectura de escritores en lengua española que han obtenido el Premio Nobel de Literatura, con el tema de mi interés representado en este ejercicio por los epitafios, y como resultado de esta mezcla surgió un cuestionamiento que le plantee al ChatGPT: ¿Cómo escribiría mi epitafio el Premio Nobel…?
Obviamente, en los puntos suspensivos estaba escrito el nombre de cada uno de los once escritores en español que han obtenido el Premio Nobel de Literatura, y las respuestas que a cada una de mis interrogantes me dio el ChatGPT, se las comparto a continuación y lo hago sin mayores análisis de contenido, ni de comparación entre ellas, ni para denostar porque no me respondió de manera correcta alguna de las preguntas, sino simplemente con el propósito de que Ustedes conozcan el resultado de mi curiosidad. Una curiosidad que para algunos puede ser, al menos, poco común.
IV
José Echegaray
José Echegaray fue un destacado escritor, matemático y político español que ganó el Premio Nobel de Literatura en 1904. Si él escribiera su propio epitafio, es posible que lo hiciera de una manera ingeniosa y poética.
Aquí hay un ejemplo de cómo podría ser su epitafio:
"En la tumba yace un hombre de letras, cuya pluma fue su espada y su escudo, con la matemática como su amante, y el teatro como su pista de baile. Gané un Premio Nobel, pero mi mayor recompensa fue poder compartir mi amor por el arte y la ciencia."
José Echegaray
V
Jacinto Benavente
Como escritor y dramaturgo, Jacinto Benavente era conocido por su habilidad para retratar la complejidad de la condición humana. Si tuviera que escribir su propio epitafio, podría expresar algo así:
"Aquí yace Jacinto Benavente, un hombre que dedicó su vida a la exploración de la psicología humana y la búsqueda de la verdad. A través de su obra, trató de arrojar luz sobre los misterios del corazón humano y la complejidad de nuestras emociones. Que su legado literario continúe inspirando a otros a explorar las profundidades de la experiencia humana".
Jacinto Benavente
VI
Gabriela Mistral
Como escritora y poeta, Gabriela Mistral se destacó por su habilidad para expresar las emociones humanas más profundas en sus versos. Si ella fuera la encargada de escribir su epitafio, es posible que lo hiciera de una manera poética y emotiva, reflejando sus creencias sobre la vida y la muerte.
Aquí hay un posible ejemplo de cómo podría ser el epitafio de Gabriela Mistral para usted:
"Este ser humano, cuya presencia una vez nos conmovió con su ternura, su sabiduría y su coraje, ha partido hacia el gran misterio de la eternidad. En su vida, dejó huellas de amor y compasión, de solidaridad y justicia, que nunca serán olvidadas. Que su espíritu siga navegando libremente en el infinito océano de la existencia, y que su ejemplo nos guíe siempre en la búsqueda de la verdad y la belleza."
Gabriela Mistral
VII
Juan Ramón Jiménez
Juan Ramón Jiménez fue un poeta español cuyo estilo poético se caracterizaba por su sutileza, delicadeza y simplicidad. Si tuviera que escribir su epitafio, podría decir algo como:
"Aquí yace el cuerpo de quien supo encontrar la belleza en lo sencillo, la verdad en lo profundo, y la poesía en la vida misma."
Esta frase refleja la filosofía poética de Juan Ramón Jiménez, quien valoraba la simplicidad y la profundidad de la vida. A través de su poesía, intentaba capturar la esencia de la existencia humana y la belleza que se encuentra en las pequeñas cosas de la vida. Su epitafio sería una expresión de su amor por la vida y su dedicación a la poesía.
Juan Ramón Jiménez
VIII
Miguel Ángel Asturias
Como modelo literario, Miguel Ángel Asturias es conocido por su capacidad de capturar la complejidad y las contradicciones de la vida en sus escritos. Si Asturias escribiera su epitafio, podría ser algo como esto:
"Aquí descansa Miguel Ángel Asturias, quien dedicó su vida a la exploración de la riqueza de nuestra cultura y la denuncia de la injusticia. Su pluma fue su espada, y sus palabras resonarán en los oídos de aquellos que luchan por la libertad y la dignidad humana. Que su legado inspire a generaciones futuras a continuar la lucha por la justicia y la igualdad."
Miguel Ángel Asturias
IX
Pablo Neruda
Dado que el Premio Nobel Pablo Neruda falleció en 1973, es imposible saber exactamente cómo habría escrito su epitafio para usted, ya que esto depende en gran medida de su personalidad, sus logros y su legado. Sin embargo, basándonos en el estilo poético y literario de Neruda, aquí hay una posible versión de lo que podría haber escrito:
“Aquí yace un ser de luz, un alma ardiente como el sol, que con su fuego y su pasión iluminó el mundo entero. Su pluma fue su espada, su verso, su gran aliado, y en cada verso, un latido de su corazón apasionado. Fue un guerrero de la vida, un soñador incansable, que luchó por la justicia y por la libertad imparable. Ahora descansa en paz, en la tierra que lo vio nacer, pero su espíritu inmortal vive en cada poema que escribió.”
Así es como Neruda podría haber escrito su epitafio para alguien que hubiera dejado una huella significativa en el mundo, alguien que hubiera luchado por la justicia y la libertad, y que hubiera sido apasionado y soñador en su vida.
Pablo Neruda
X
Vicente Aleixandre
Como modelo de lenguaje, puedo generar una posible versión del epitafio que Vicente Aleixandre, Premio Nobel de Literatura en 1977, podría haber escrito para su propia tumba. Sin embargo, ten en cuenta que esta es una especulación y que solo Aleixandre sabría realmente cómo querría ser recordado:
"Descansa en esta tierra el poeta que supo ver más allá de las sombras y los miedos, el que se atrevió a explorar los rincones más oscuros de la existencia y a extraer de ellos la luz de la esperanza. Aquí yace aquel que supo convertir la poesía en un arma contra la injusticia y la opresión, el que soñó con un mundo más justo y más humano. Que su legado perdure en las palabras que dejó escritas y que su ejemplo inspire a futuras generaciones de poetas y de luchadores por la libertad."
Vicente Aleixandre
XI
Gabriel García Márquez
Es difícil saber con certeza cómo Gabriel García Márquez escribiría un epitafio para alguien sin conocer esa persona en particular. Sin embargo, basándonos en su estilo y en sus temas recurrentes, es posible imaginar que podría escribir algo así:
"Aquí yace un hombre/mujer cuya vida fue una novela llena de pasión y misterio. Sus días fueron como los de Macondo: a veces llenos de alegría y color, y otras veces oscuros y llenos de incertidumbre. Pero siempre supo encontrar la belleza en lo más sencillo, y el amor en los lugares más insospechados. Su corazón latió al ritmo de los tambores de la vida, y su alma voló más allá de las montañas de la realidad. Ahora se ha ido, pero su historia seguirá viva en aquellos que lo amaron y lo conocieron de cerca. Descansa en paz, querido amigo/querida amiga, y que tu espíritu siga volando libre por los cielos de la eternidad."
Gabriel García Márquez
XII
Camilo José Cela
Como modelo de lenguaje, puedo ofrecerle una posible opción de epitafio que podría haber sido escrito por el escritor y Premio Nobel de Literatura español Camilo José Cela:
"Aquí yace un hombre que vivió y escribió con pasión y devoción por las letras. Su pluma fue su compañera de vida, su herramienta para plasmar la belleza y la complejidad del mundo que lo rodeaba. Su legado literario perdurará más allá de su muerte, y su amor por la palabra escrita será recordado por siempre. Descansa en paz, escritor eterno."
Camilo José Cela
XIII
Octavio Paz
Como modelo de lenguaje, puedo generar posibles epitafios que podrían haber sido escritos por el poeta y premio Nobel Octavio Paz, pero ten en cuenta que es solo una especulación y que no puedo saber con certeza lo que Octavio Paz habría escrito.
Aquí hay algunas posibles opciones:
1.- "Aquí yace un ser humano que vivió con pasión y que encontró en la poesía un camino hacia la verdad". 2.- "En la muerte encuentro la libertad que siempre anhelé, y el final de mi búsqueda de la belleza y la verdad". 3.- "Este epitafio es solo un adiós temporal, porque el verdadero legado de mi vida está en mi obra, que seguirá inspirando a generaciones futuras". 4.- "En este lugar yace el cuerpo mortal de un hombre que amó la vida, la libertad y la poesía, y que ahora ha vuelto a la fuente de donde vino".
Estos son solo ejemplos hipotéticos, pero espero que te hayan sido útiles.
Octavio Paz
XIV
Mario Vargas Llosa
Como modelo de lenguaje, no puedo predecir exactamente cómo escribiría Mario Vargas Llosa su epitafio, ya que es una decisión personal y subjetiva que depende de muchos factores, incluyendo su estado emocional y su relación con la persona fallecida. Sin embargo, puedo ofrecerte una posible versión del epitafio que podría escribir el célebre escritor peruano si tuviera que hacerlo. Ten en cuenta que esto es solo una conjetura y no representa necesariamente la opinión real de Vargas Llosa.
Aquí te presento una posible versión del epitafio:
"Aquí yace una vida plena, una existencia entregada a la búsqueda constante del conocimiento y la verdad. Esta persona supo valorar la belleza del mundo que la rodeaba y luchar por sus sueños con pasión y determinación. Su legado es una huella indeleble en el corazón de quienes la conocieron y la amaron. Que su espíritu encuentre la paz eterna en la inmensidad del universo".
Mario Vargas Llosa
XV
En mi libro de textos cortos “El resto es silencio”, publicado por Crisol Acatlán y Ediciones El nido del fénix, en 2020, adelanté un par de epitafios, uno por si soy inhumado y otro por si soy cremado:
(Inhumación)
Aquí están mis huesos.
Mi espíritu,
con Ustedes.
(Cremación)
Aquí están mis cenizas.
Mi espíritu,
con Ustedes.
XVI
Este par de epitafios son de hace unos pocos años, pero hoy ya no los tengo tan claros, máxime después de conocer lo que los once escritores en lengua española ganadores del Premio Nobel de Literatura, según el ChatPGT podrían escribir o no sobre mí; y de que Alejandro Mendoza Martínez al leer en mi muro de Facebook la parte de Octavio Paz, expresara: “Con esas líneas, hasta dan ganas de morirse.”
Así que…
*Javier Cadena Cárdenas. Integrante de la primera generación de sociología en la ENEP/FES Acatlán. Colaborador de Crisol Acatlán, y de otras revistas como Nexos, Voz y Voto, Tiempo Libre, Nueva Izquierda, Transformación, Hormigas, Hoy, Causa Joven, Huellas, Ritmo, Calmécac, y Tripulante; así como de los periódicos The News, Así Es, La Unidad, Regeneración, Cine Mundial, Diario DF, Rumbo de México, Diario Imagen, El Sol de Chilpancingo. En 2010 la Cámara de Diputados le publicó el libro “Juntos, pero no revueltos. Prácticas funerarias en la Ciudad de México a principios del siglo XXI”. Actualmente es director de la revista Funerarias Digitales, cuyo lema es “por una mayor cultura de la muerte”.
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