De lo presencial a lo remoto. El caso de los Bachilleratos Integrales Comunitarios del estado de Oax
El inicio del año 2020 se vio impactado por la repentina expansión de una nueva cepa de coronavirus nombrada COVID-19 (SARS-CoV-2), lo que obligó a los sistemas educativos del mundo a asumir grandes retos para dar continuidad a sus servicios. En el caso de México, el 23 de marzo se decreta como estado de emergencia sanitaria a nivel nacional y se suspenden las actividades académicas en todas las modalidades: “Se suspenden las clases en las escuelas de educación preescolar, primaria, secundaria, normal y demás para la formación de maestros de educación básica del Sistema Educativo Nacional, así como aquellas de los tipos medio superior y superior dependientes de la Secretaría de Educación Pública” (DOF, 2020, p. 1).
La foto de portada y las fotos que acompañan al texto, fueron tomadas de la página oficial de la Secretaría de Educación Pública, en el siguiente este link
En este sentido, los Bachilleratos Integrales Comunitarios (BIC) del estado de Oaxaca pertenecientes al Colegio Superior para la Educación Integral Intercultural de Oaxaca (CSEIIO) se suman a la decisión de obedecer las indicaciones federales-estatales y suspender así todas las actividades presenciales, dando continuidad al semestre escolar a través de la solicitud de estrategias docentes que permitan dar seguimiento a los contenidos temáticos haciendo uso de los medios disponibles en cada contexto cultural, en específico y en lo general a través de la modalidad o comunicación a distancia (online).
Por lo que, el CSEIIO, formaliza estas acciones a raíz de una serie de circulares que comienzan a emitirse con fecha 31 de marzo de 2020 y que prevalecerán durante todo el semestre escolar; se indica a directores de plantel que se “…instruye llevar a cabo las siguientes acciones: 1. Coordinarse con el personal docente, para dar seguimiento puntual a las acciones/estrategias reportadas, para atender a los estudiantes a distancia” (Circular CSEIIO, 2020).
En tal contexto, es importante señalar que los Bachilleratos Integrales Comunitarios son una iniciativa educativa que surge desde julio de 2001 (MEII, 2019, p. 11) como una necesidad que dé respuesta y rescate la apropiación cultural, lingüística e identitaria de las comunidades indígenas del estado de Oaxaca a través de una educación intercultural.
[…] Los BIC fundamentan su oferta educativa como una
alternativa que da atención a las demandas más sentidas de
los pueblos y comunidades indígenas, ya que además del
conocimiento científico incorpora los saberes y valores de las
culturas y los pueblos indígenas en los programas
educativos, en un marco de respeto; siendo un eje para
fomentar una educación comunitaria desde una perspectiva
intercultural (MEII, 2019, p. 12).
A razón de esto, por estar inmersos en contextos donde la gran mayoría de planteles educativos pertenecen a zonas de alto y muy alto grado de marginación, hacen poner en evidencia la carencia digital que impera en el estado de Oaxaca junto a su infraestructura educativa. Aunado a que, si bien es cierto, la brecha digital cada vez se rompe más y es muy común que surjan pequeños proveedores locales de internet rural, aun así, sigue siendo evidente que existen deficiencias (de infraestructura y cognoscitivas) en el acceso a las TIC y las TAC, pues esto, se ve reflejado en las estrategias institucionales y en la respuesta, seguimiento y desempeño académico de los estudiantes pertenecientes a las diversas zonas indígenas donde se desenvuelven los BIC.
Así, surge la interrogante sobre la necesidad emergente de propuestas y proyectos tanto federales como estatales que respondan a esta exigencia de acceso digital, ya que tras el surgimiento de la pandemia han dejado en evidencia que el discurso político lo único que sigue haciendo es poner en entredicho el olvido imperante e histórico que ha existido hacia las comunidades indígenas o mejor dicho, hacia las sociedades comunitarias que se encuentran aisladas o alejadas de las masas poblacionales donde la economía fluye a diestra y siniestra. Bien lo escribe Ortega Blake, citando a Bertrand Russell: “la humanidad tiene una moral doble: una que predica y no practica, y otra que practica y no predica” (Ortega, 2013).
Más aún, y sin restarle importancia, es necesario volver la mirada a las instituciones encargadas de organizar, administrar y proveer las condiciones académicas de cada bachillerato, es decir, a la responsabilidad que tiene la SEMS, CGEMSySCyT y CSEIIO. En este sentido, nos avocaremos a hablar del organismo inmediato encargado de la operatividad de los BIC, el CSEIIO, entidad responsable directa en proponer y dar respuesta a la “nueva normalidad en los Bachillerato Integrales Comunitarios”, la cual, por mera certeza e intuición, en su ámbito tecnológico, tiene la tarea de crear las condiciones para que docentes y alumnos puedan apropiarse y acceder a medios digitales que permitan la incursión y la inclusión de los pueblos indígenas con las modalidades no presenciales.
Apropiarse de algo significa hacerlo propio hasta el punto de
poder aplicarlo a conveniencia y según los requerimientos y
características de situaciones específicas. Es decir, la
apropiación implica que el individuo no sólo tenga acceso a
las TIC y TAC, sino que cuenta con habilidades para usarlas y
lleguen a ser tan importantes para sus actividades cotidianas
(productivas, laborales, de ocio, relacionales) que pasan a
formar parte de sus prácticas sociales (Alonso, 2004, p. 82).
Para justificar más lo descrito y haciendo énfasis en los alumnos que son partícipes de este modelo educativo, el MEII establece que debe existir “…el uso permanente de la conectividad a internet que permita el uso eficiente de las tecnologías de la información y comunicación” (MEII, 2019, p. 24). Además, previo al inicio de cada semestre escolar el CSEIIO gestiona cursos de actualización para sus docentes y, ante la situación sanitaria actual la pregunta es ¿llegó el momento de que rompamos la brecha digital y todo el CSEIIO se apropie y capacite haciendo uso de medios digitales? Posiblemente sí, pues las condiciones actuales difícilmente cambiarán a corto y mediano plazo y, seguramente mantendremos la sana distancia al menos en lo que resta del año; vislumbrándose complejo las capacitaciones presenciales, salvo que se opte por adoptar rigurosa y cabalmente todas las medidas sanitarias establecidas por el Estado.
Respecto a las posibilidades de acceso a medios digitales, y sin lugar a duda, sabemos que la sociedad mexicana es una sociedad multicultural, en donde convergen diversos grupos con ideologías, culturas y economías diferentes. En el primero grupo, confluyen aspectos de pobreza, marginación, analfabetismo y niveles bajos de educación y por consiguiente dificultades en el acceso y uso de medios digitales, sobre todo en aquellas zonas rurales, indígenas o marginadas.
Por otra parte, el segundo grupo, conformado por una pequeña parte de la población goza de la abundancia, la riqueza, privilegios y el acceso a todos los bienes materiales que pone a su alcance la sociedad del conocimiento. Existe también un tercer grupo en medio de ellos, que son quienes habitan las comunidades o ciudades en condiciones mejorables a las indígenas, y que tienen también mayores niveles de bienestar y accesibilidad a la educación haciendo uso de los medios digitales de forma más asequible y permanente que las del primer grupo (Becerra, 2012, p. 4).
A razón de lo anterior, pensando en cómo resolver lo académico y la apropiación tecnológica, es necesario hablar de los docentes, quienes en su mayoría están en el tercer grupo y de quienes debe surgir la necesaria responsabilidad y compromiso de capacitarse en el uso y manejo de las ya citadas nuevas formas de aprendizaje mediadas por las TIC y las TAC. Es decir, que desde el CSEIIO a través de su propuesta y siendo encaminada por docentes y directores se deben encontrar alternativas, tal vez no inmediatas, pues es evidente debe construirse un proyecto no improvisado en el terreno teorizante y práctico (praxis).
Lo que sí es posible, es idear una estrategia temporal que dé pie a la construcción de este proyecto a posteriori, que sea viable y responda a las exigencias de la situación académica actual. De no hacerlo, inevitablemente seguiremos asumiendo una postura de indiferencia, conformismo, continuando con soluciones improvisadas y posiblemente erróneas, lo ideal es reflexionar objetivamente y de frente, pues "todas las desgracias de los hombres provienen de no hablar claro" (Camus, 1947).
Aceptar el cambio tecnológico, es por ello un proceso de
aprendizaje demandante y, como tal, genera ansiedad.
Al cuestionar las formas habituales de pensamiento el sujeto se ve
empujado a un cambio; a veces sutil pero integral (Bleger, 2015).
Además, este proyecto tendrá que tomar en cuenta y no dejar de lado las particularidades y características propias de cada plantel, pues las formas de operatividad, organización y alcances académico-culturales son muy diversos en cada contexto.
El principio central de los BIC ha sido responder a las
demandas y exigencias de cada comunidad. Es por ello, que
en cada comunidad indígena donde se estableció un plantel,
las características culturales específicas fueron consideradas
al momento de programar las actividades didácticas; debido
a que las características que imprimen al proyecto las
condiciones económicas, espirituales, sociales, geográficas, el
tipo de vegetación y otros recursos naturales, lo enriquecen
en su conjunto. Destacar las diferencias señalando las
igualdades entre los planteles y las regiones en que se
ubican, facilitó integrar un modelo educativo dinámico y
sensible de alcances estatales (MEII, 2019, p. 11).
Y, por si fuera poco, se tendrá que subsanar la forma de abordar en este proyecto dos de los ejes centrales epistemológicos del Modelo Educativo Integral Indígena (MEII), las “líneas de investigación y los proyectos”, los cuales deben dar respuesta a las realidades y sentires particulares de cada contexto socio-cultural respetando la cosmovisión intercultural de cada estrato comunitario. Estas “…se establecen a partir de la limitación de los campos problemáticos, definiéndose conceptualmente para su estudio y delimitándose en tiempo y espacio” (MEII, 2019, p. 30).
Así, estos ejes epistemológicos se vieron afectados por la suspensión presencial de clases y de seguir así, los semestres venideros continuarán con este inconveniente, pues, suponiendo que lo acontecido (clases a distancia) prevalezca, es imperante preguntarse si cada plantel lo resolverá desde las particularidades locales de su contexto. O, acaso, ¿en esta ocasión toca hacer conciencia y darle temporal pausa a los proyectos y líneas de investigación mientras esto continúe? Y, por tanto, ¿la labor docente debe centrarse en los contenidos temáticos de cada una de las áreas de conocimiento que se imparten en los BIC?
Empero, respecto de la creación de este nuevo proyecto que incluya la educación no presencial, lo correcto es no buscar culpables, sino hacernos los culpables. Así, todos los involucrados en la labor educativa tomarán conciencia de sus actos, deconstruyendo sus responsabilidades, obligaciones y funciones dentro de la labor académica. Es decir, partamos de la neutralidad y ¡basta de crear culpables!
Con la peste se acabaron las investigaciones secretas. Los
expedientes, las fichas, las informaciones misteriosas y los
arrestos inminentes. Propiamente hablando, se acabó la
autoridad, se acabaron los crímenes pasados o actuales, se
acabaron los culpables (Camus, 1947, p. 173).
Sin dictar sentencia definitoria a todo este entramado educativo, como ya mencionamos y seguimos insistiendo, es necesario construir, a conciencia, un proyecto debidamente elaborado y discutido por cada uno de los entes involucrados en la mancuerna BIC-CSEIIO. Surge para la reflexión el hacernos la siguiente interrogante: ¿Los docentes, directores y CSEIIO tienen la habilidad y recursos necesarios para responder a esta situación capacitándose en el uso de medios digitales —llámese redes sociales, de aprendizaje, plataformas en línea, aplicaciones móviles, cursos virtuales, MOOCs, etcétera—?
Considero que sí, porque hay capacidad y es un deber moral que requiere de esfuerzos conjuntos y de una armonización de la labor docente, —dejar de lado los egos—, lo que implica abandonar los vicios conformistas y el miedo o rechazo a las nuevas formas de enseñanza-aprendizaje y de comunicación. Algo que, además, implica poner sobre la mesa y mediar todas las posturas ideológicas, epistemológicas y psicopedagógicas de todos los involucrados (CSEIIO-Docentes-Directores). En palabras de Nietzsche:
Suponiendo que todo lo que el hombre <conoce> no hace
lo bastante por sus deseos, sino que más bien los contradice
y provoca escalofríos, ¡qué divino pretexto es poder buscar al
culpable no en el <desear>, sino en el conocer! (Nietzsche, 2003, p. 201).
En síntesis, queda un largo y tormentoso camino por recorrer en los Bachilleratos Integrales Comunitarios pues la situación de contingencia que vivimos amenaza con ser bastante duradera y periódica. Como ejemplo y, a decir verdad, el semestre febrero-julio 2020 culminó de manera improvisada, con incertidumbre y sobre todo de una forma no planeada ni gustosa, pues, quién iba a imaginar que la pandemia (COVID-19) pondría en controversia la comodidad de la enseñanza presencial-tradicional y en jaque al sistema e infraestructura tecnológica-educativa de Oaxaca y de todo México.
Empero, dejando de lado lo digital, sumémosle que el posible e incierto “retorno presencial a las aulas” implicará repensarnos cultural y emocionalmente de manera distinta a lo habitual, respetando nuevas normas sociales de convivencia escolar: sanitización periódica de aulas, uso obligatorio de cubrebocas y gel antibacterial, respetar la sana distancia, grupos reducidos de alumnos, horarios escalonados por días, entre otras más que proponga la SEP y adopte cada Estado. Sin más ¿el tiempo podrá, tal vez, darle la razón al premio nobel de literatura Albert Camus? quien ya desde el año 1947 reflexionaba:
Cuando estalla una guerra, las gentes se dicen: ´Esto no
puede durar, es demasiado estúpido´. Y sin duda una guerra
es evidentemente demasiado estúpida, pero eso no impide
que dure. La estupidez insiste siempre, uno se daría cuenta
de ello si uno no pensara siempre en sí mismo. Nuestros
conciudadanos, a este respecto, eran como todo el mundo;
pensaban en ellos mismos; dicho de otro modo, eran
humanidad: no creían en las plagas. La plaga no está hecha a
la medida del hombre, por lo tanto, el hombre se dice que la
plaga es irreal, es un mal sueño que tiene que pasar (Camus, 1947, p. 137).
Fuentes de información:
Alonso, M. (2004). Tecno Representaciones y apropiación de las Nuevas Tecnologías: Desafíos para las universidades en la era digital. Cuba: Ed. La Habana.
Becerra Cortés, Yunuén E. (2012). Estudiantes indígenas y los usos y apropiación de las tecnologías de información y comunicación. Paakat: revista de tecnología y sociedad, Año 2, No. 3. Recuperado de:
http://www.udgvirtual.udg.mx/paakat/index.php/paakat/article/view/180/252
Bleger, J. (2015). Grupos operativos en la enseñanza. En Temas de psicología. España: Nueva Visión.
Camus, Albert. (1947). La peste. Barcelona: Edhasa.
Circular CSEIIO. (2020). Emitida a directores con fecha 31/03/2020 por la dirección de desarrollo académico.
DOF - Diario Oficial de la Federación. (2020). Acuerdo número 02/03/2020. México: SEP. Recuperado de:
https://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5592554&fecha=30/04/2020
MEII (2019). Plan de estudios “Modelo Educativo Integral Indígena”. Oaxaca: CSEIIO.
Nietzsche, F. (2003). La genealogía de la moral. España: Tecnos.
Ortega Blake, Arturo (2013). El gran libro de las frases célebres. México: Penguin Random House Grupo Editorial.
[1] Alan Tonatiuh López Niño. Colegio Superior para la Educación Integral Intercultural de Oaxaca (CSEIIO). Maestro en Pedagogía de las Ciencias Sociales por el Instituto de Investigaciones Sociales y Humanas (IISH), estudiante de Doctorado en Investigaciones Educativas por la misma institución. Especialidad en Educación Media Superior Línea I. Competencias docentes, por la Universidad Pedagógica Nacional (UPN). Asesor-Investigador en el Colegio Superior para la Educación Integral Intercultural de Oaxaca (CSEIIO).
Email: zagato00@gmail.com
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