Georg Simmel entre la cinta y el cañón
Desde el nacimiento de la sociología se ha debatido su legitimidad como ciencia, cuestionando todo lo que gira en torno a su propósito, su objeto de estudio y la labor de los sociólogos; sin embargo, son numerosos los profesionistas que hoy enaltecen su título, algunos desenvolviéndose en el mundo del rodaje cinematográfico regalando al mundo de la pantalla grande una pieza icónica a su colección. Grandes estudiosos de lo social guiaron los pasos para introducir sin prórroga a la sociología en el ámbito científico.
Las definiciones de esta ciencia varían dependiendo de la mente que la produzca; por ejemplo, entre todas encontramos que es el estudio de las formas sociales, sus contenidos y sentidos, concepto formulado por Georg Simmel, quien guiará el desarrollo de este ensayo; y, para aplicar su teoría es necesario conocer su entorno biográfico. Fue el hijo menor de Flora y Eduard Simmel, nacido el 1 de marzo del año 1858 en la cuna de una familia judía de Berlín en Alemania. Su carácter multidisciplinario lo llevó a formarse como sociólogo, filósofo y psicólogo.
A Pesar de que sus padres se convirtieron al cristianismo, a lo largo de su vida tuvo que enfrentarse al antisemitismo expandido en la sociedad. Siguiendo a Sabido (2007) “a partir de la muerte prematura de Eduard en el año 1894, la familia Simmel sufrió serias dificultades económicas. Pero el joven Georg no notó las consecuencias de ello gracias a la intervención y ayuda de Julius Friedländer, amigo de la familia…”.
Bajo la custodia del señor Friedländer, Simmel pudo continuar con su formación académica, estudió la secundaria en el famoso Gymnasium de Berlín y llegó con éxito a la educación superior al ingresar a la Universidad en la capital alemana, donde desplegó un excéntrico abanico disciplinario al estudiar filosofía, historia, psicología e historia del arte. Fue en el año 1881 cuando logró obtener el doctorado en filosofía a pesar de los obstáculos y ejerció como privatdozent (aunque sólo hasta poco antes de su muerte le fue otorgada la titularidad como profesor.
Los intereses profesionales de Simmel eran variados “no sólo se limitó a los asuntos científicos o académicos, sino que mostró continuamente un gran interés por la política de su tiempo, por los problemas sociales del momento y por el mundo de las artes” (Sabido, 2007). A lo largo de su vida se codeó con algunas eminencias del ámbito sociológico; entabló una estrecha relación con el sociólogo alemán Max Weber, mismo con el que fundaría la Asociación Alemana de sociología en el año 1914 en sincronía con el estallido de la primera guerra mundial.
El gran intelecto de Georg Simmel se apreciará a través de sus obras más representativas, títulos como El secreto y las sociedades secretas (1908), La filosofía de la moda (1905) y Cuestiones fundamentales de sociología (1917) se citarán a lo largo de este escrito.
Las contribuciones de Simmel a las ciencias sociales son innumerables. Desde la teoría de sistemas hasta el interaccionismo simbólico, las diferentes teorías sociológicas que se han elaborado posteriormente pueden redescubrir en Simmel a uno de sus padres fundadores. (Sabido, 2007).
Los escritos de los teóricos clásicos no se quedan en el olvido, libros como El suicidio por Durkheim (1897) donde aplica lo enunciado en su obra Las reglas del método sociológico (1985), o el escrito Discurso sobre el espíritu positivo por Augusto Comte (1844) son parte esencial de la formación de un sociólogo.
En la actualidad, el nombre de algunos profesionistas de la sociología ha aparecido en los ámbitos más importantes que conforman el intelecto humano, se ha demostrado que la madre de las ciencias sociales puede impactar e inmortalizarse, no sólo mediante la índole científica, sino también en formato del séptimo arte. Siguiendo con la idea anterior, analizaremos una obra cinematográfica cuyo concepto filosófico se presta para una relación fluida con autores controversiales, mediante la toma de una postura crítica para resaltar los ideales poco comunes de Simmel.
Sin duda un gran número de cinéfilos quedaron atónitos frente al triunfo del filme Parásitos (2019), título acreedor a 6 nominaciones de la academia y ganador de 4 estatuillas Óscar correspondientes a las categorías de mejor película extranjera, mejor guion original, mejor película y mejor director. Boon Joon-ho es el nombre de la mente creativa detrás de esta obra exquisita. Sería el 9 de febrero durante la 92a edición de la gala de los premios óscar 2020, donde las instalaciones del teatro Dolby, en los Ángeles, serían testigo del icónico momento cuando el cineasta y sociólogo surcoreano recorrió el glorioso camino hacia el escenario para recoger la estatuilla dorada.
La cinta plasma la historia de dos familias que se entrecruzan, la familia Kim sumida en la pobreza y la opulenta familia Park. Una alimentándose de la otra, aprovechando cada oportunidad para abastecerse de la vitalidad de su huésped. Una trama excelente dotada de magníficos giros argumentales y sorpresas entre cada escena. "A menudo la gente me ha dicho que la historia es muy extraña en el mejor sentido posible" frase mencionada durante la gala de los premios Óscar por Boon Joon-ho citado en Sulbarán (2020), comentario que tomará sentido a lo largo de esta lectura, misma que requiere expectación previa sobre la cinta a analizar.
Con esa premisa se presentó esta pieza del séptimo arte, se reflejan diferentes cambios en los personajes junto a las necesidades profundas de una familia con una deficiente situación económica. Todo esto hace una diferencia entre clases sociales, emociones e incluso ideologías que generan su desarrollo desde las formas de la perspectiva simmeliana. La filosofía de fondo que alienta los pensamientos simmelianos, es una filosofía de la diferencia: los hombres somos “seres de la diferencia”. Es a partir de ella que se organizan la conciencia, el cuerpo, el ánimo y la misma estructura social.
Encontrar al parásito entre las escenas puede parecer sencillo, desde los primeros minutos se muestra de las condiciones bajo las que sobreviven los protagonistas dentro de su precario hogar subterráneo, encontramos al joven Ki-woo tratando de encontrar una señal de wifi a la cual poder conectarse, irónicamente los Kim se enfrentan a una plaga de cucarachas que aspiran a eliminar dejando entrar el gas fumigante a través de la ventana principal a ras de la calle.
El secreto, siendo ésta una de las obras más interesantes de Simmel, se relaciona con la mentira o el doblez, pues la fecundidad o intensidad de una relación “bien conformada” se mide por el grado en que cada uno se revela al otro por confesiones, por palabras o por actos. Todo esto comienza a tomar sentido gracias a la confianza que desprende la familia Kim al adaptarse a sus papeles dentro de la lujosa casa.
Min da impulso a la idea de que guarde en secreto su verdadera posición económica ante la familia Park y que finja ser un estudiante, dando así, un giro de 180 grados. Gracias a Simmel es que nos damos cuenta de que Ki-woo se ve obligado a elegir entre mentir sólo respecto a su nivel académico o incluir a su familia, para disfrutar juntos de un aumento económico. Mediante este secreto es que se originan las problemáticas en la película descubriendo así que no son los únicos que tienen algo que ocultar.
La Sociedad según Simmel en su obra conocida como Cuestiones fundamentales de sociología, se define como el entorno de individuos que están ligados entre ellos por los efectos de las relaciones recíprocas; y que, por esto, se definen como una unidad, lo mismo que se define como unidad un sistema de masas corporales que se determinan totalmente en su comportamiento por su influencia recíproca.
Es precisamente la forma en que se desarrolla Parásitos, con un entorno en común entre dos familias de diferentes posiciones monetarias, los más pobres “aprovechan” ciertas oportunidades a través de engaños y transformando ciertos patrones de comportamiento que encajarían con la familia Park (con una estabilidad económica bastante favorable), es así como se denota una modificación en sus vestimentas, formas de hablar y los lleva a planificar cada movimiento hacia la familia Park.
La división y desigualdad entre clases se encuentra representada de una forma sublime, misma diferenciación que Simmel catalogaría como la gran tragedia de la moda, esta última se interpreta como “las instituciones sociales que unifican, en una proporción peculiar el interés por la diferencia y el cambio que se da por la igualdad” (Simmel, 2015).
La forma descrita en el párrafo anterior se puede apreciar, aunque de una manera muy sutil y al mismo tiempo muy obvia, en los estilos de vida de los personajes; si se presta atención en los teléfonos móviles que poseen los integrantes de la familia Kim, son modelos pasados a comparación de los celulares que utilizan los integrantes de los parasitados Park. La marcada diferencia de vestimenta entre ambas familias, denota su poder adquisitivo, pero compárese el porte del chofer, el señor Ki-taek y el de su adinerado patrón, quien está dotado de porte y elegancia, “los andares, el tempo, el ritmo de los gestos son influidos muy esencialmente por las vestiduras. Hombres trajeados de la misma manera se comportan con cierta uniformidad” (Simmel, 2015).
Si bien Ki-taek logra adoptar un semblante más refinado, el aroma juega un papel importante a lo largo de la película, aunque siguiendo a Simmel, el perfume junto con el adorno, son instrumentos para resaltar el status, no es válido, para alguien que está cerca de la punta de la pirámide, emanar un olor a rábano viejo; se omiten más detalles acerca de la escena citada, aunque el peso de esta frase sería soltado durante el desenlace, sin embargo este comentario reposiciona al señor Ki-taek junto a sus hijos Ki-woo y Ki-jung: los lujos no son parte de su vida.
Es pertinente citar a Simmel, (2015) cuando encontramos la llamada tragedia en el proceso donde “naturalmente, las clases inferiores miran y aspiran hacia lo alto”. Siguiendo al mismo autor, se estipula que las modas serán perseguidas por los menos ricos, cuando las clases bajas adoptan una moda automáticamente se descarta por las más altas creando otras nuevas. “La intervención del capitalismo no puede menos que acelerar vivamente este proceso y mostrarlo al desnudo, porque los objetos de moda, fuera de cosas externas, son muy particularmente asequibles por el simple dinero” (Simmel, 2015).
Al hablar de religión, creencias y simbolismos nos adentramos cada vez más al significado “metafórico” de la roca en la película, ésta es del tipo erudito, la cual, según sus creencias, atrae riqueza y fortuna a la familia que la posee, los personajes se adhieren a la roca, además de que les genera cierta esperanza y seguridad en que las cosas mejorarán de un momento a otro.
Los roles en estas familias y las costumbres que se reflejan en ellos, son diferentes, ya que en el caso de los Park se denota más el hecho de que la mujer conserva su lugar en la casa y el hombre es el que genera ingresos; al contrario de ello, la familia de bajos recursos trabajan de forma igualitaria, debido a las distintas necesidades.
Las mujeres juegan un papel bastante importante, la señora Park se muestra como alguien sensible, noble e ingenua, es gracias a la credibilidad y confianza que otorga a la familia Kim que les da la oportunidad de adentrarse a trabajar en su hogar.
Partiendo desde la ideología de Simmel (2014), damos crédito a las aportaciones importantes de cada mujer para el seguimiento del filme y es que nos damos cuenta de que gracias a ellas se lleva a cabo la solución y la creación de las problemáticas, sin dejar de lado la labor igualitaria que los hombres desempeñan.
El magnífico trabajo del cineasta Joon-ho no se limitó a representar la grieta divisoria llamada clase social, si se gira la mirada hacia el campo político, fuera del poder que el status puede permitirle ejercer a un individuo y se centraliza la idea en el origen de la existencia de dicha posibilidad, la crítica severa hacia el activo sistema capitalista saldrá reluciente de entre las líneas del guion detrás de Parásitos.
Hay que relatar brevemente el camino hacia el nudo del filme. La familia Park sale de campamento para celebrar el cumpleaños de su hijo menor, Da-song, dando oportunidad a los Kim para tomar posesión del inmueble y pasar la noche insertos en el libertinaje, gozando de las comodidades excesivas a las que nunca hubiesen tenido acceso.
La señora Moon-gwang, la ex ama de llaves suplantada por Kim Chung-sook; se presenta al cuadro únicamente para darle un giro controversial a la historia, pues regresa a la lujosa residencia con el pretexto de recoger un objeto olvidado, mismo que sería nada más y nada menos que su esposo, vertiginosamente se revela ante el espectador la existencia de un búnker secreto en la mansión y la de estos dos antiguos huéspedes.
Llegando a este punto, cabe aclarar que no se busca enjuiciar ni justificar las acciones de estos desafortunados personajes, los Kim y el matrimonio formado por el señor Geun-sae y la señora Moon-gwang. Las razones de este último se revelan de una manera casi imperceptible. Hay que recordar entonces lo que ocurre cuando la pareja de esposos amenaza a la familia protagonista con revelar su sucio secreto, los detalles de las causas es mejor observarlos en el filme.
Mientras el curioso matrimonio se divierte humillando a los Kim, la esposa comienza realizar una graciosa imitación de lo que parece la representación de un presentador de noticias, entre su discurso menciona el nombre del famoso líder norcoreano, Kim jong-un.
¿Es acaso que lo que se refleja en la escena son las medidas desesperadas de dos refugiados políticos que decidieron pasar su supervivencia de un estado socialista a uno capitalista?
Fuera y dentro de la cinta se destaca Corea del Norte, como plantea el director de la increíble cinta; dentro de los secretos que se esconden en la hermosa casa se le da cierta imagen al modelo norcoreano, la cual atrajo algunos inconvenientes debido a las fuertes críticas que, en la opinión de los medios de este país, no es apropiada por forma en que se les representa como nación y como modelo político.
De acuerdo con un sitio web de noticias en Corea del Norte uriminzokkiri, las autoridades de Corea del Sur y los productores cinematográficos han lanzado películas y dramas televisivos anti-república (Popular de Corea del Norte) que son engañosos, inventados, absurdos e impuros, poniendo todos sus esfuerzos en hacer propaganda estratégica.
Es difícil no encontrar los criterios para reconocer el éxito de este grandioso rodaje, tocar temas tan profundos como la situación de un país vecino, en su caso Norcorea, y las raíces históricas predecesoras a las problemáticas sociales contemporáneas. Aquí es oportuno citar a Mills (2005) para catalogar la creatividad de Boon Joon-ho, se puede decir que su obra está dotada de Imaginación sociológica, término acuñado por el autor mencionado en líneas anteriores, en su libro con el mismo nombre, se encuentra que “la imaginación sociológica permite a su poseedor comprender el escenario histórico más amplio en cuanto a su significado para la vida interior y para la trayectoria exterior de diversidad…” y vaya que la creatividad de Boon desborda esta virtud propia de un sociólogo.
Al combinar sociología y cine pueden obtenerse resultados estremecedores, partiendo desde los antecedentes del director Boon Joon-hoo, quien estudió sociología en la universidad de Yonsei; periodo donde su interés por el cine lo guiarían junto con otros estudiantes a formar un club al que llamarían la puerta amarilla; y, donde realizaría sus primeros ensayos fílmicos, alrededor de los años 90 y donde se graduó de un programa con la duración de dos años que impartía la academia de artes de cine en Corea.
Bong llegaría a la pantalla grande en el 2000 con su primer largometraje Perros que ladran nunca muerden, su afición lo llevaría a alcanzar el éxito junto a su siguiente entrega, la película Memorias de un asesino (2003), misma que le brindaría prestigio como director postulando para participar en reconocidos festivales de cine. Por supuesto que su carrera fílmica es mucho más que Parásitos, aunque esta última es sin duda una joya más dentro su género.
Es una elegante sátira social cuyo final impacta y abre al debate, mismo del que no se revelarán aspectos más íntimos, pero, sus principios filosóficos y metafóricos son dignos de reconocerse. Es una película que todos deben ver al menos una vez.
Algunos críticos ven a los Kim y al matrimonio huésped como los únicos y auténticos parásitos de la trama, por otro lado, se abre la incógnita ¿Acaso los Park no sacaron provecho de sus empleados domésticos? ¿No serían entonces otro tipo de agentes parasitarios?
Existen diversas discrepancias ante la justificación de la utilidad de un sociólogo, una de ellas es “dejar al desnudo los mecanismos de la dominación capitalista…” (Dubet, 2012). Entonces, tal vez el verdadero parásito es aquel que infesta al mundo en general, es mucho más grande que una familia aprovechándose de otra o incluso una que vive a cuestas de empleados; la infección se encuentra en el modelo determinante de estas conductas, su trágica naturaleza corrompe hasta la forma inocente de ver la lluvia que adopta distintas connotaciones dependiendo de a través de cual ventana se observe, una pequeña y a ras de calle o una enorme con vista a un hermoso jardín.
En un discurso más personal, tanto Simmel como la cinta abarcan bastantes temas controversiales, la mayoría se denotan como problemáticas a nivel mundial. En nuestro papel como estudiantes y por el campo extenso de la sociología es que recalcamos la importancia que poseen ciertos temas a los que comúnmente percibimos como cotidianos; es por esto que elegimos a un autor tan atrayente y que se enlaza a temas específicos con los que interactuamos día a día, ciertamente la película encaja de forma perfecta en las obras de Simmel para representar a los autores que siguen presentes hoy en día, y que gracias a ellos y a las obras cinematográficas es que nos brinda una visión más crítica de la realidad.
En última instancia, creemos que es importante concluir que las películas basadas en la realidad social y que abordan temas de manera general son una gran representación no sólo de autores que explican las distintas conjeturas sino también la forma en que la sociología visualiza de una mejor manera los hechos sociales que, a su vez, están relacionados con la política, economía e incluso el cine.
Referencias
•Arana, I. (2020, marzo 18). Vosotros sois los parásitos. Recuperado 3 de junio de 2020, de https://www.google.com.mx/amp/s/www.lavanguardia.com/cultura/20200318/474240688378/corea-peliculas-cine-parasitos-oferta.html%3ffacet=amp
•Bong Joon-ho, de director «vetado» en Corea del Sur a conquistar Hollywood con «Parasite». (2020, febrero 10). Recuperado 3 de junio de 2020, de https://www.bbc.com/mundo/noticias-51446873
• «Parasite»: por qué el filme surcoreano arrasa en Hollywood e hizo historia en los Oscar. (2020, febrero 10). Recuperado 3 de junio de 2020, de https://www.bbc.com/mundo/noticias-51172181
•Simmel, G. (2010). El secreto y las sociedades secretas. p.p 9-51. España, Madrid: Sequitur.
•Simmel, G. (s. f.) Cuestiones fundamentales de sociología. p.p 23-55. Barcelona, España: Gedisa.
•Simmel, G. (2015). Moda e imitación. En Filosofía de la coquetería (1ra edición ed., pp. 40-45). Ciudad de México, Coyoacán: Ediciones Coyoacán.
•Wright Mills, C. (2005). La imaginación sociológica (Segunda reimpresión ed.). Ciudad de México, México: Fondo de Cultura Económica.
BBC News Mundo. (10 de febrero de 2020). BBC. Obtenido de https://www.bbc.com/mundo/noticias-51172181