top of page
José Luis Jiménez Chimil

Hecatombe viral


*Así es sepultar a alguien con coronavirus”, Tijuana, Baja California, Cuartoscuro, tomada por Omar Martínez en su versión digital: https://cuartoscuro.com/revista/panteones-abren-sus-puertas-a-difuntos-por-coronavirus/?fbclid=IwAR3Lr-UapUra26gKLcoXc8W5d_5KGbETGxPnfvv39GX4D_5NUxVRlR6S3Os [Consultado: 3 de mayo de 2020]

NÚCLEO

”En una era donde se suele normalizar el bullying, los abusos, el irrespeto, la violencia de género, el acoso, el autoritarismo, la invasión al espacio personal, la delincuencia, entre otras lacras sociales... parece que necesitamos que ocurra algún fenómeno paranormal que nos haga reaccionar” dijo Lil Supa a través de redes sociales para la presentación de su último proyecto músico-filmográfico de nombre “Crema”. Durante estos días tales palabras cobran sentido al remitirnos a un mundo autoexplotado, de relaciones violentas, saboteadoras, antipáticas, anticomunitarias y de constante “guerra civil virtual”[1] pero, ¿en realidad necesitamos algún fenómeno paranormal para reaccionar?

 

[1] De la Borbolla, Oscar (20/05/19). La guerra civil virtual, Sin Embargo. Recuperado de:

https://www.sinembargo.mx/20-05-2019/3582834 [Consultado: 2 de mayo de 2020]. En especial cuando la describe del siguiente modo:

“Recorro las redes sociales como turista y me topo con comunidades que parecen tan autoconvencidas de la fe que profesan ahí dentro, y luego con otras comunidades donde se profesa una fe tan distinta, tan contraria a la anterior, que me da la impresión de que estoy presenciando una guerra civil virtual, pero guerra civil al fin y al cabo, pues los odios están, como todos los odios, ciegos y sordos para lo que no sea el cerrado credo grupal”

 

Las montañas de muertes por el ébola, SIDA, desnutrición, narcotráfico y guerras –y una lista interminable que en el imaginario son difíciles de confrontar- representan “fenómenos normalizados” con un núcleo duro formado por crisis sanitarias, económicas, ecológicas y de derechos. En realidad estos fenómenos que pasan como normales son los ramos del estado de crisis permanente del capitalismo de la nueva era, muy contraria a la visión de un “ethos normal” -anhelada por varios que intentan mirar el declive del confinamiento. La presencia del Covid-19 representa en sí mismo una reacción violenta pero no sólo por su identidad sino por su potencial fuerza desdibujadora de la esfera individual y por su omnipresencia global, es decir, en esta cuarentena el “sujeto citadino común” ha sufrido una modificación pues ahora el virus, como sombra, lo ha convertido en una víctima sin “caparazón de acero”.[2]

 

[2] Notable con frases comunes referidas a la lejanía de la enfermedad (sea social o biológica) “eso [muertes masivas por SIDA] pasa en África”, “los presos del Salvador”, “los incendios en Australia y Brasil” en donde el complemento lugar y la impersonalidad de las frases alejan al sujeto de lo que acontece al otro lado de la esfera o del mismo país. Con la pandemia la amenaza está más cerca de nosotros, al grado de confundirlo con uno mismo en las crisis existenciales y depresivas.

 

No es nada precipitado decir que la paranoia colectiva forma parte de la pandemia, basta ver las compras de pánico, las medidas extremas (como ingerir cloro, hacer mezclas peligrosas, la agresión a médicos, etc.), la furia de los sectores bajos o la rotura de los rituales de interacción simbólica (como el sepulcro de los seres cercanos, celebraciones religiosas, fiestas patronales). Hay que prestar especial atención a esto pues, más allá de una locura de bunker, pone de manifiesto las formas de explotación que se creían “superadas” ideológicamente.

Este disfraz cae con lo que observamos sobre la condición del (la) enfermero(a), repartidor(a) de comida, obrero (a), afanador (a) o todo aquel (la) que desempeñe actividades esenciales; el papel que tienen estas personas es de explotación directa deplorable, como cuidadores de la salud o de la economía “tienen que soportar dos cargas: al mismo tiempo, son los trabajadores que corren mayor riesgo de contraer el virus a través de sus empleos, y de ser despedidos sin recursos financieros debido a la reducción económica impuesta por el virus”.[3]

 

[3] Zizek, Slavoj (01/05/2020). El 1° de Mayo en el mundo es un día feriado para la nueva clase trabajadora, RT. Recuperado de: http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/346010 [Consultado: 2 de mayo de 2020]

 

De este modo, cabe cuestionar si el problema principal, o mejor dicho los problemas principales, de los(as) trabajadores(as), los sectores más bajos (pueblos segregados, personas en situación de calle), los estudiantes, las mujeres, los(as) niños(as) y los grupos de cada zona recóndita del planeta es en realidad la pandemia por sí misma…

Hasta cierto punto el “viaje” de este virus en cada país ha evidenciado las necesidades urgentes de cada uno y sus respectivas “coincidencias”, formadoras de un magma de problemas principales: la situación carcelaria precaria en Italia o Perú, los muertos de gueto tratados sin algún valor de humanidad en Ecuador o Nueva York, los migrantes sin apoyo gubernamental tanto en Europa como en América, la no toma de medidas urgentes inmediatas a favor de la población vulnerable como en el gobierno de Boris Johnson o Bolsonaro, la situación generalizada de servicios de salud insuficientes y precarios o los derechos laborales anulados en empresas de renombre [4].

 

[4] Basta con ver las siguientes notas de las revistas más circuladas a finales del mes de abril y principios de mayo del 2020:

-https://videos.jornada.com.mx/video/38012560/reos-protestan-en-carcel-de-peru-por-covid- 19/?fbclid=IwAR1Zzx43uYrzt5eDRrJlpOq8Atx0asPQAR3NHdMBAeqrPSQ91D-1Wc-N2B4

-https://www.eldiario.es/theguardian/coronavirus-desentierra-Nueva-York-postales_0_1016298980.html -

-https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/04/16/rechazan-a-migrantes-provenientes-de-eu-tras-huir-del-covid-19-3613.html?fbclid=IwAR311a60rE-RVZed9ER2qMUmViTMiZOcf9559U77HnExiz1oHk6LPLAHymA

-https://www.proceso.com.mx/628358/protestan-medicos-de-tuxtla-gutierrez-por-falta-de-equipo-contra-covid-19

-https://www.proceso.com.mx/628351/comuna-oaxaca-exige-sanciones-para-elektra-coppel-banco-azteca-y--walmart

 

Más allá de la ira que genera el enterarse de esto, hay que reconocer lo que acontece sin dejar que las ideas especuladoras partan del cielo a la tierra sino a la inversa, direccionando la crítica hacia la escucha de los otros para posteriormente entablar un diálogo lo más libre de prejuicios y dominación posible.

ÉXODO

“Niños en cuarentena”, San Martín Tilcajete, Oaxaca. Cuartoscuro, tomada por Lázaro Fabián (“Ojo de Nahual”), en su versión digital (Facebook): https://www.facebook.com/CUARTOSCUROMEX/ph otos/a.3208275072537287/3208282125869915/?typ e=3&theater [Consultado: el 3 de mayo de 2020]

Los ricos huyeron en naves hacia Ganímedes, los pobres a ciudades bajo las pirámides. Caminamos sobre una alfombra de cráneos, el nuevo petróleo es el uranio. Lo saben desde Andrómeda hasta Arturus que no existe Alá ni Zeus ni Horus, no existe un Dios, es oficial. De día el calor del infierno, de noche un frío glaciar; los nacimientos son penados, un evento inusual porque se prohíbe todo tipo de contacto sexual al igual que cualquier tipo de celebración social Ni música ni deportes, aquí nadie es especial. Normal que en cada rincón de la galaxia se nos desprecie como también es normal que el oxígeno asfixie. ¿Por qué fallamos como especie y envenenamos nuestra superficie? [5]

 

[5] Un extracto de Lil Supa & Dark [Lil Supa] (10/06/2018). “HECATOMBE” [archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=DWOR_by4_MI [Consultado: 30 de abril de 2020]

 

Con respecto a las disputas entre grandes filósofos o sociólogos, como las que han tenido Agamben (con el estado de excepción permanente), Byung Chul Han (con la posible exportación del modelo policial chino) y Žižek (con el golpe mortal al capitalismo y el comunismo global como colaboración internacional fuerte y eficiente), me parece que hay que ser prudentes con nuestras afirmaciones y no dejar que “lo actual” sea unilateral debido a que lo que conforma el presente no es solo el virus sino una multiplicidad de desigualdades que el covid-19 ha hecho evidentes y que pueden ser motivo para la llegada de otra etapa del mundo como apunta Dussel:

”Es la naturaleza la que hoy nos interpela: ¡O me respetas o te aniquilo! Se manifiesta como un signo del final de la modernidad y como anuncio de una nueva Edad del mundo, posterior a esta civilización soberbia moderna que se ha tornado suicida. Como clamaba Walter Benjamin, había que aplicar el freno y no el acelerador necrofílico en dirección al abismo” [6]

 

[6] Dussel, Enrique (07/04/2020). Cuando la naturaleza jaquea a la orgullosa modernidad, NODAL. Recuperado de: https://www.nodal.am/2020/04/cuando-la-naturaleza-jaquea-la-orgullosa-modernidad-por-enrique-dussel/?fbclid=IwAR2AAna_YVDgX2ZktmagECKYF3UB8AeEXhN_gRnz5owZ_BskE9WTV4T80Wg [Consultado: 30 de abril de 2020]

 

En este punto también es de suma relevancia retomar lo que ha dicho Habermas: nunca habíamos sabido tanto de nuestra ignorancia ni sobre la presión de actuar en medio de la inseguridad [7]. Desde esta óptica, las imputaciones totalizadoras sobre las consecuencias de la pandemia pueden ser muy confusas (pues la totalidad represente heterogeneidad, de un lado se han manifestado actos de solidaridad, por otro “actos de barbarie”), más bien, parece que hay que partir de las consecuencias inmediatas de esta crisis, tomar en cuenta el curso histórico de cada zona y el magma de problemas a nivel mundial para comenzar a cuestionarnos muchas carencias que padecemos: ¿quiénes administran nuestra vida, nuestros servicios, nuestra cultura?, ¿qué mutilaciones a las libertades individuales se han sufrido para “controlar” la pandemia [con enfoque biopolítico]? ¿qué figuras públicas han resaltado para tratar esta crisis?, ¿cuál es el papel de los organismos internacionales?, ¿por qué en algunos países(como Países Bajos, Inglaterra, Brasil) se toma como medida proceder a una selección artificial (muerte para los adultos mayores o población vulnerable)?, ¿qué tipo de información no es publicada?, ¿qué sectores no son tomados en cuenta?, etc.

 

[7] Habermas, Jürgen (04/04/2020). Nunca habíamos sabido tanto de nuestra ignorancia, La Vanguardia. Recuperado de: https://www.lavanguardia.com/cultura/20200404/48295927411/habermas-nunca-habiamos-sabido-tanto-de-nuestra-ignorancia.html [Consultado: 15 de abril de 2020]

 

Como es sabido, el discurso moderno neoliberal se ha alimentado de la fusión entre tecnología y progreso (ilusorio) para llegar a un supuesto grado de bienestar. El Coronavirus prueba de manera abierta que esto no ha sido logrado y que ha llegado el momento de sentarnos a interpretar al mundo para poder transformarlo (inversión de la tesis XI de Marx); la capacidad crítica del científico y del ciudadano en estos días se posiciona en pro de recopilar experiencias y llevar este conocimiento a la máxima difusión. Claramente esta reflexión va más allá de la autoculpabilidad, de imaginar un retorno a un esquema tradicional, de negar la crisis sanitaria o de creer ciegamente en la tecnología; se trata de manifestar un interés por los eventos del mundo (aunque sea en un intercambio breve de experiencias) debido a que en el acto comunicativo con el otro hay susceptibilidad de generar un lazo empático ya que hay más similitudes que diferencias en el tipo de “realidades problemáticas”. Nuestro no conocimiento y poca empatía ha excedido los límites de la unidimensionalidad:

“1) la sociedad industrial avanzada es capaz de contener la posibilidad de un cambio cualitativo para el futuro previsible [tendencia dominante];

2) existen fuerzas y tendencias que pueden romper esta contención y hacer estallar la sociedad (…) quizá un accidente pueda alterar la situación, pero a no ser que el reconocimiento de lo que se está haciendo y lo que se está evitando subvierta la conciencia y la conducta del hombre, ni siquiera una catástrofe provocará el cambio” [8]

 

[8]Marcuse, Herbert (1985). El hombre unidimensional, México, Planeta De-Agostini, p.25

 

Graffiti del presidente de Brasil Jair Bolsonaro ajustando su máscara protectora durante el brote de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), en Río de Janeiro Fabio Teixeira/NurPhoto/PA Images

 

Tal parece que esta “catástrofe” ha modificado y modificará las relaciones sociales, como el respeto al cuerpo del otro, lo que damos por sentado y la conciencia de la humanidad (desconozco el grado), si algo ha remarcado esta crisis nuclear es la sustituibilidad no específica de la humanidad (cosificada por medio del sinónimo “rol y status” en la actividad económica-productiva, intelectual y cultural). Los expertos tienen el imperativo de divulgar el conocimiento, a través de esta gran crisis, para incentivar a la reflexión en virtud de que, además de la preocupación por necesidades básicas, el trabajador ordinario ha pasado esta cuarentena sin mirar hacia un futuro de alcance intermedio (sin pensar en las vacaciones, el próximo semestre o al menos en el próximo año) y por ello se muestran susceptibles a un replanteamiento del mundo social. [9]

 

[9] Para esto es necesario dejar atrás el discurso moderno del amo: el discurso de la Universidad (del saber hegemónico y el silencio del receptor). Esto tratado en: Lacan, Jacques. Seminario 17: Al reverso del psicoanálisis (clase 4: “El amo y la histérica) [archivo PDF], Bibliopsi, p.16. Recuperado de: http://www.bibliopsi.org/docs/lacan/20%20Seminario%2017.pdf [Consultado: 30 de abril de 2020]

 

La generación de un nuevo tipo de apartheid, ya sea ecológico o de salud, es similar a un Sísifo moderno (que representa a los menos responsables, los menos favorecidos) que empuja la piedra de las emisiones de gases tóxicos, el lavado de dinero y la no inversión en el sector salud. Por tales motivos, las categorías con las que nos apropiamos de esta realidad necesitan ser renovadas así como la misma conciencia pública sobre las acciones gubernamentales; es necesario direccionar las áreas científicas con el interés de no abandonar las demandas de los ninguneados y de darles voz.

De lo contrario, seguirá predominando la tendencia a naturalizar la explotación (el caso del aplaudir a los médicos aunque no les brinden el equipo necesario, segregar por medio del acordonamiento a los pueblos autóctonos pero alabar su sentido comunitario, afirmar que “todos estamos en la misma bolsa” sin tomar en cuenta la diferencia de ingresos y la precarización del trabajo).

El “quédate en casa” se presta -no desde una lectura romántica[10] - como motivo para repensar qué necesidades básicas tenemos, qué servicios educativos nos es ofrecido, qué representa el trabajo. Como botón de muestra tenemos las “clases online”, las cuales han proyectado por sí mismas la burocratización a la que ha sido sometida la educación y la obnubilación cotidiana intelectual formadora de un núcleo de pensamiento “organizado” con el abandono gradual de la razón -en el sentido crítico y de oposición; más allá de lo que representa la computadora en la era global-virtual, la educación administrada tiene la intención de formar al estudiante sin cualidades negativas (de oposición y crítica) ni creativas (las actividades dejadas en plataforma virtual sólo han mostrado el poco interés institucional por el aprendizaje y la no comprensión del que no puede acceder a este medio); esto, a su vez, muestra la tendencia a “formalizar” una realidad estudiantil alienada [11] al interior de las facultades.

 

[10] Pues esta medida no toma en cuenta el trabajo informal, la solidaridad alimentaria y la búsqueda de lo necesario para los que viven al día. Estas problemáticas muestran sobre todo como el gobierno federal no estaba (en décadas pasadas) ni está preparado para proponer alternativas a estos sectores.

[11] Privación de la independencia del pensamiento, la autonomía y el derecho de oposición política.; como en el caso de compañeras agredidas en la FES-Acatlán (el 5 de abril del 2020) y las reivindicaciones de la comunidad estudiantil antes de la pandemia.

 

La faceta paranormal de la pandemia, como algo fuera de las manos de la excesiva racionalidad científica, puede contribuir al resurgimiento de la negatividad social -como motor crítico- dado que las ideas de libre mercado, autonomía universitaria, bienestar social, democracia y hasta nacionalistas han funcionado como atractivos, sin embargo, en estas circunstancias también se han visto afectados por las consecuencias irracionales de la “racionalidad” que profesan: desempleo masivo, inseguridad (sanitaria, social), represión (llevada a cabo en la cuarentena), insuficiencia alimentaria, extracción furtiva de minerales y la no vigencia de los derechos humanos elementales, por mencionar solo algunos.

Con todo y lo anterior es prudente utilizar la metáfora de Kierkegaard sobre el bailarín: como científicos sociales tenemos que tener cuidado al realizar afirmaciones que se despeguen de la realidad, al igual que el bailarín que no puede despegarse del piso o del que sólo ve el cielo pero cae cada vez que intenta alcanzarlo , debemos de posicionarnos con los grupos invisibilizados en esta cuarentena y no crear “monoconceptos” para el tratamiento de problemas (como pensar la salud en términos de funcionamiento entre las partes físicas del cuerpo y desdeñar la parte psicológica), en vista de que al tener una postura crítica controlaremos nuestro salto -para no caer de tajo- y estaremos en el punto intermedio de los hechos y las alternativas.

Esta etapa se presta para liberar el conocimiento y valorar el aprendizaje creativo de cada sujeto(a); posicionarnos desde un foco de sabiduría solo genera un solipsismo vulgar y sin intenciones de transformar las condiciones materiales y espirituales (para el desarrollo de las facultades intelectuales del hombre).

La situación va más allá de ver esto como guerra (se trata de lo humano contra lo no humano y lo inhumano), el virus se encuentra en la sociedad misma, en la educación, en la información, en la distribución de la riqueza y en todo lo que conlleve el control del hombre sobre el hombre; se manifiesta en síntomas como la apatía, la desinformación, la contaminación o la naturalización de la violencia. El humano y la naturaleza son uno, no son dos entelequias distintas, y como parte de ella le corresponde al hombre modificar el pensamiento y no dejar que cuando caiga la noche se oscurezcan las calles y también los hombres…

FUENTES CONSULTADAS:

1.- De la Borbolla, Oscar (20/05/19). La guerra civil virtual, Sin Embargo. Recuperado de: https://www.sinembargo.mx/20-05-2019/3582834 [Consultado: 2 de mayo de 2020].

2.- Dussel, Enrique (07/04/2020). Cuando la naturaleza jaquea a la orgullosa modernidad, NODAL. Recuperado de: https://www.nodal.am/2020/04/cuando-la-naturaleza-jaquea-la-orgullosa-modernidad-por-enrique-dussel/?fbclid=IwAR2AAna_YVDgX2ZktmagECKYF3UB8AeEXhN_gRnz5owZ_BskE9WTV4T80Wg [Consultado: 30 de abril de 2020]

3.- Habermas, Jürgen (04/04/2020). Nunca habíamos sabido tanto de nuestra ignorancia, La Vanguardia. Recuperado de: https://www.lavanguardia.com/cultura/20200404/48295927411/habermas-nunca-habiamos-sabido-tanto-de-nuestra-ignorancia.html [Consultado: 15 de abril de 2020]

4.- Lacan, Jacques. Seminario 17: Al reverso del psicoanálisis (clase 4: “El amo y la histérica) [archivo PDF], Bibliopsi. Recuperado de: http://www.bibliopsi.org/docs/lacan/20%20Seminario%2017.pdf [Consultado: 30 de abril de 2020]

5.- Lil Supa & Dark [Lil Supa] (10/06/2018). HECATOMBE [archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=DWOR_by4_MI [Consultado: 30 de abril de 2020]

6.- Marcuse, Herbert (1985). El hombre unidimensional, México, Planeta De-Agostini, pp. 286

7.- Zizek, Slavoj (01/05/2020). El 1° de Mayo en el mundo es un día feriado para la nueva clase trabajadora, RT. Recuperado de: http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/346010 [Consultado: 2 de mayo de 2020]

 

bottom of page