Campos negros
[Tierras del sur del continente,
no sé qué tienen sus campos
que el mundo entero las quiere]
Ya van diciendo que son tacañas
por no vender el oro de sus entrañas,
ya van diciendo cómo debes de vivir
pero lo que quieren es verte morir.
Como en todo campo la siembra está al acecho,
por los cuervos que quieren devorarla sin piedad,
pero esto viene desde décadas atrás,
no eran cuervos, sino un ave rapaz.
Va cubriendo con sus alas todo el mundo,
desde afuera habla de democracia y libertad,
pero desde abajo, por donde pasa,
todo se vuelve oscuridad.
Le inventan, a todo, el lado malo,
para quienes no les dan, son ellos villanos,
y en ese empecine de hacerse los buenos
han dejado en el camino destrozados cuerpos humanos.
No es el petróleo el que nutre tu economía;
no es la libertad la que te impulsa en realidad;
es tu adicción a la sangre y la muerte,
es tu deseo de dominar al mundo entero.
Eres el cóndor de hierro y de fuego
que a América Latina terminó desangrando,
eres la tormenta del desierto
que hundió al Oriente Medio.
Y hoy, como en el ayer,
nombras a tus dictadores:
el pueblo no vota por ellos
pero así los reconoces…