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Joaquín Balancán Aguirre

El filósofo viste a la moda


En junio de 2015 los puestos de periódicos de todo el país presentaron una nueva serie de productos coleccionables. El lanzamiento podría pasar desapercibido –como la mayoría de esos productos. Sin embargo, su particularidad fue que se trataba de libros y que compilaban las obras de grandes autores de filosofía.

En ese 2015, la editorial Gredos cumplió 75 años: su prestigio se basa en la rigurosidad de sus traducciones y textos introductorios. En este sentido, hay quien afirma, aún sin conocer alguno o ambos idiomas, que las versiones de Gredos son las mejores que hay de obras clásicas en griego o en latín.

Aquella colección en los puestos de periódicos fue editada por Gredos en celebración de su aniversario: constó de 50 entregas y resultó un auténtico acontecimiento. Estos volúmenes conmemorativos habían sido lanzados a principio de año en España con un éxito relativo; sin embargo, en México la respuesta fue diferente.

El precio de lanzamiento del primer tomo fue de 75 pesos y el autor escogido fue Federico Nietzsche quien siempre ha gozado de fama de trasgresor de convenciones occidentales; además, considero que al ser un autor preferido por mi generación, aseguraba éxito para el inicio de la colección.

La rápida desaparición de ese primer lanzamiento propició un mercado negro por el ejemplar en Mercado libre, Segunda mano y Facebook donde podía costar entre 100 y 300 pesos cuando su precio original era de 75 pesos. Además de las pujas a través de subastas o intercambio de varios ejemplares por ese primer volumen de la colección conmemorativa.

El segundo ejemplar se presentó quince días después, desapareciendo rápidamente de los puestos de periódicos de la ciudad. A pesar de que el precio del nuevo tomo se había elevado 200%, no impidió que el público se volcara a encontrarlo. La tercera entrega, convirtió la búsqueda en un ejercicio de extrema paciencia: al parecer el número de ejemplares de la entrega dedicada a Kant había sido reducido drásticamente generando diversas opiniones en redes sociales sobre actos de especulación con los libros.

En adelante, conseguir una entrega de la colección se volvió un trabajo de tiempo completo: en muchos puestos de periódicos lucían carteles diciendo que la colección estaba agotada. Por otra parte, surgieron grupos de “coleccionistas” de los libros iniciando, tal vez sin proponérselo, un grupo selecto que completaría la obra: un grupo de lectores ocasionales que convirtieron la colección en fetiche y en objeto de moda.

En una reflexión sobre este fenómeno, es difícil no pensar en Georg Simmel y su pequeño tratado Filosofía de la moda donde establece diversos aforismos y conceptos; el impacto en la sociedad y las repercusiones de la moda en la convivencia. Su tratado se volvió referencial por algunas sentencias sobre la sociedad de principios de siglo XX.

En su texto trató de establecer un ciclo de la moda y diversas categorías como el fashion victim y el hostil de la moda. En su trabajo, Simmel no ofreció una definición sobre moda; sin embargo, en Filosofía del dinero, apuntó una aproximación de su idea central: “la moda es una de esas instituciones sociales que unifican, en una proporción peculiar el interés por la diferencia y el cambio se da por la igualdad y la coincidencia”. (1)

 

(1) Simmel, Georg. Filosofía del dinero. Madrid, España: Institu to de Estudios Políticos, 1997, p. 580.

Un párrafo de Filosofía de la moda ofrece coordenadas más claras para un concepto:

La moda es imitación de un modelo dado y satisface así la necesidad de apoyarse en la sociedad; conduce al individuo por la vía que todos llevan y crea un módulo general que reduce la conducta de cada uno a mero ejemplo de una regla. Pero no menos satisface la necesidad de distinguirse, la tendencia a la diferenciación, a cambiar y destacarse. (2)

 

(2) Simmel, Georg. Filosofía de la moda. Madrid, España: Casimiro,2014, p. 35.

Así, aunque no exista un concepto definido sobre lo que el autor entendía por “moda”, sí ofreció los límites que su constructo debe abarcar como son “homogeneidad”, “distinción”, “cambio” e “imitación”. En lo señalado por Simmel que “la moda es, en su íntima esencia, sobre individualidad” (3) , podemos ubicar algunos de los intentos para obtener ejemplares de la colección; algunos con argumentos tan inverosímiles como absurdos.

 

(3) Ídem. p. 7.

Muchos pedían ejemplares para sus tesis, por ser alumnos de filosofía y tal vez consideraban que deberían tenerlos de manera automática; otros exigían no coartar su derecho al saber y unos más consideraban una maniobra de la importadora la drástica reducción de ejemplares para especular con el precio.

Hubo quienes decidieron ir más allá y promover una carta por medio de change.org para exigir a la importadora la aparición en tiempo y forma de los ejemplares, incluyendo los argumentos anteriores y agregando diversas disposiciones constitucionales referentes a la educación.

Como era de suponer, la iniciativa fracasó ya que la oferta de la importadora fue ampliamente superada. Ante esto surgieron diversos grupos de Facebook para intercambio y venta de los tomos donde las transacciones incluían libros de otros autores, editoriales y temas así como dinero que duplicaba en 100% o 200% el valor de cada ejemplar de Gredos.

El frenesí por obtener los volúmenes de la colección tiene en el tratado de Simmel una explicación:

Cuanto más nerviosa es una época tanto más velozmente cambian sus modas (ya que uno de los sostenes iniciales, la sed de excitantes siempre nuevos, marcha mano a mano con la depresión de las energías nerviosas. (4)

 

(4) Ídem. p. 20.

Posiblemente el fenómeno aumentó con el uso de las tecnologías, donde los cambios o venta de los tomos eran pactados con velocidad y el intercambio de ejemplares o contenidos (como, por ejemplo, losestudios introductorios) era la constante. Para Simmel, el fenómeno de los libros Gredos no escapa de clasificarse como moda, ya que puede,

[...] aparentemente y en abstracto, acoger cualquier contenido. Cualquier forma de indumentaria, del arte, de los comportamientos o de las opiniones puede ponerse de moda... en la esencia íntima de algunas formas late una disposición singular para desarrollarse como moda, mientras que otras se resisten también desde su interioridad. (5)

 

(5)Ídem. p. 26.

Con el paso de las entregas, el grupo de quienes conseguían los ejemplares se fue reduciendo y de manera proporcional, aumentaron los esfuerzos por conseguir los contados ejemplares que llegaban a los expendios de voceadores: una descripción de ello es la que aparece en la página de Facebook “Elipsis: corrección de estilo”. (6)

 

(6) Valeriano Ortiz, Humberto. “¿Qué pasó con la colección Grandes Pensadores?”, Elipsis, corrección de estilo, México, 2016. https://www.facebook.com/notes/elipsis-correcci%C3%B3nde- estilo/qu%C3%A9-pas%C3%B3-con-la-colecci%C3%B3ngrandes- pensadores/1193512307358667 [Consultado el 07/09/2016].

Se cohesionó así un grupo de coleccionadores de los volúmenes: “La unidad de un círculo define la oclusión hermética de este círculo para los inferiores, que quedan caracterizados por su exclusión de él” (7)

 

(7) Simmel, Georg. Filosofía de la moda. Madrid, España: Casimiro,2014, p. 37.

Lo anterior es esencial en el mecanismo de la moda, una estructura donde existe diferenciación, hermetismo interior del grupo y la carrera de unos por imitar a otros y de estos por huir en busca de lo nuevo. (8)

 

(8) Ídem. p. 41.

Cuando este texto es escrito, el relanzamiento de la colección ha sido exitoso, en buena medida por el tiraje mucho mayor. Al respecto, de nuevo en el opúsculo de Simmel encontramos una explicación a este nudo gordiano:

Veremos el frenesí y el resurgimiento de la moda, apenas una moda pasada se ha borrado de la memoria, no hay razón para no rehabilitarla. La que la ha seguido atraía por su contraste con ella; al ser olvidada, permite renovar este placer de contraste oponiéndola a su vez a la que por la misma causa fue preterida. (9)

 

(9) Ídem. p. 24.

En los diversos grupos de Facebook, los lectores coleccionadores se aprestan a completar sus “dos o tres colecciones” de libros Gredos; a pesar de este frenesí, aún hay una disculpa en el texto de Simmel: “cualquier otra cosa igualmente nueva que se extienda súbitamente sobre los usos de la vida no será considerada como moda si se cree en su persistencia y sustantiva justificación(10), aunque advierte el autor, entre las causas del predominio de la moda se encuentra la creciente pérdida de fuerza de las convicciones duraderas e incuestionables.

 

(10) Ídem. p. 49.

Así, el éxito de la próxima colección y su indeseable devenir en moda, en imitación y diferenciación consistirá en el tipo de lectura que se haga de la filosofía que contienen esos libros. A diferencia de la ropa y los objetos mobiliarios, el libro tiene el encanto de durar muchas vidas y en todas ellas rompe el círculo nefasto de la imitación, la repetición y la homogenización de las mentes.

Nota: el autor también padeció la repentina desaparición de los libros Gredos, les pido si alguien tiene el Nietzsche III, me avise. (2016)

Fuentes consultadas Simmel, Georg. Filosofía del dinero. Madrid, España: Instituto de Estudios Políticos, 1997.

––––––––––––––. Filosofía de la moda. Madrid, España:Casimiro, 2014.

Valeriano Ortiz, Humberto. “¿Qué pasó con la colección Grandes Pensadores?”, Elipsis, corrección de estilo, México, en: https://www.facebook.com/notes/elipsis-correcci%C3%B3n-deest i lo/qu%C3%A9-pas%C3%B3-conla-colecci%C3%B3n-grandes-pensadores/1193512307358667 [Consultado el 07/09/2016].

Lector, Melómano.

 

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