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José Juan Aragón Gómez

A propósito del Día Mundial del OVNI: tres definiciones para aclarar.


El fenómeno OVNI es uno de los más fascinantes, pero también, más maquillados de los misterios que abundan en cuanto a lo desconocido se refiere. Existen teorías, desde las más centradas, a las disparatadas que rodean al fenómeno como tal.



El marketing dedicado hacia ello proviene desde la misma literatura hasta los casos de secuestros realizados por supuestos seres provenientes de otros planetas. Y alrededor del mundo, hay gente que asegura haber visto algo extraño en los Cielos. Sea simple paranoia o un experimento social, la gente usa una terminología en torno a ello.




La gente confunde al supuesto piloto de la nave espacial con el término OVNI, es decir, le llaman OVNI a la entidad viva. Otros, les llaman marcianos. Y, en relación al físico de los extraterrestres, éste es pintado como un ser bajo, calvo, flaco, desnudo en apariencia, verde y con ojos parecidos a dos grandes semillas. Pero no, la realidad es otra. Unas cuantas definiciones:


Un OVNI, no es un ser, es decir, no es una cosa "viva". Un OVNI, no es necesariamente "algo" que provenga de otras partes del Universo, es decir, de lo que se puede considerar dura y objetivamente como extraterrestre.




La palabra OVNI designa a un Objeto, que por estar surcando los Cielos en un momento del día o la noche y, debido a sus extrañas peculiaridades, no se puede saber a ciencia cierta de qué se trata. Los unos, los más fanáticos creyentes de las teorías de la conspiración, dirán que provienen de otros planetas y son naves tripuladas por visitantes de aquéllos.


Los otros, dirán que son aviones, pájaros, bengalas, estrellas, planetas, o cualquier otra cosa de origen terrestre. Pero lo objetivo sería mencionar lo evidente: es un Objeto Volador No Identificado, al carecer de esa "identificación", no se puede asegurar ni especular su origen, quien lo construyó y el hecho de qué está haciendo en los Cielos.




Ahora, definido el OVNI, se esclarece la palabra Extraterrestre. Todo, absolutamente todo lo que está más allá de la Exosfera, y que no haya sido construido o sea parte de la vida en la Tierra como planeta, es extraterrestre. Así, los planetas que componen el sistema solar son, todos extraterrestres. La Galaxia de Andrómeda es extraterrestre. La Luna es extraterrestre. El llamado Rostro de Cydonia en Marte, es extraterrestre. Todo lo que no sea de la Tierra, empero, es extraterrestre. Así, el asteroide que se estrelló en lo que conocemos como Chicxulub y que extinguió a los dinosaurios, era extraterrestre.

 

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La cultura occidental, sin embargo, nos ha hecho creer que un extraterrestre es forzosamente con apariencia antropomorfa, benévolos seres o terribles invasores, provenientes de avanzadas civilizaciones. Pero no hay nada más alejado.


Ahora, si la Leyenda del inventor Nikola Tesla es real, es decir, de que él recibió señales de radio provenientes del planeta Marte, estaríamos hablando de que los habitantes de aquel planeta tienen un gentilicio general.


Algunos casos de la ufología mundial mencionan, por ejemplo, que aquellas supuestas entidades que contactaron al suizo Eduard “Billy” Meier en la década de 1970, provenían de la Constelación de las Pléyades, de un planeta o región llamada “Erra”, y por ello se les conoce como Pleyadianos o Erranos.


Debido a que desde hace tiempo se crearon leyendas en torno a la supuesta vida inteligente en Marte, el gentilicio correcto sería “marciano”; pero, si suponemos que un día, la tecnología de la Tierra sea tan avanzada como para establecer una colonia en aquel planeta, aquel humano que naciera allá sería también un “marciano”. En cualquier caso, también sería, entonces, un extraterrestre, por el hecho de haber nacido en un planeta diferente a la Tierra.


A pesar de que se han confirmado casos de lo que se conoce como "Contacto", en realidad, y hasta la fecha, todo es especulación. Sin embargo, aquí radica otra palabra, la palabra creer. Creer implica no solamente tener fe, sino usar la mente para tratar de confirmar la razón. Yo creo, aunque el mundo se me vaya encima, en la vida en otros planetas, y no por ello significa que hablo de los OVNI's como si fueran provenientes de aquellos.


Creo que hay vida inteligente, que por una u otra causa, no se ha manifestado como debe para que todos podamos creer verdaderamente en los orígenes de la Humanidad más allá de la religión y su usura (y mentiras).


Creo que cuando veo un Objeto extraño en los Cielos es causa de mi admiración y de mi furor; que hace volar mi imaginación tratando de adivinar qué es, o si soy observado por alguien más. Mi creencia se basa, como todas, en la especulación, pero ésta es razonable ante el hecho desconocido e insólito que la rodea.

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